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jueves, 29 de julio de 2021

El Ghosting laboral: de los candidatos a trabajar... pero también de las empresas que hacen la oferta de empleo.

Con la pandemia, todos hemos tenido que priorizar nuestro tiempo, pero no por ello quisiera que este rinconcito quede sin su artículo, aunque no sea con la frecuencia que a mí me gustaría y que a veces, la propia vida, es la que te va marcando.

Dicho esto, hoy tocaremos algo que cada día se produce con más frecuencia en el mundo laboral y que no sería deseable. Una práctica que se da entre personas que aspiran a trabajar, pero también en empresas que ofertan trabajo. Nos referimos a el "Ghosting" laboral.

El "ghosting" es una palabra inglesa que hemos incorporado a nuestro lenguaje. Aunque en ocasiones lo podemos asociar al "fantasmeo" (presumir de algo que no se ha hecho o no se tiene), no debemos confundirlo con el "ghosting": este último se refiere a cuando alguien simplemente desaparece sin dar ni explicaciones ni más señales


Lo curioso es que este fenómeno se da en el ámbito laboral o del trabajo, tanto por parte de las personas candidatas que aspiran a una plaza de empleo... pero en ocasiones también por las empresas seleccionadoras o el personal de Recursos Humanos (RRHH) que se encarga del proceso selectivo.

¿Qué significa esto?. Veámoslo con varios ejemplos:

- Manuel se presenta voluntariamente como un candidato más a la oferta de empleo de mantenedor de edificios. Sin embargo, el día de la prueba de selección y de la entrevista, Manuel no se presenta; tampoco ha avisado previamente a la empresa para indicar que no podría asistir.

- Tras superar un proceso selectivo frente a otras 4 personas, Lydia ha sido elegida para la plaza temporal de auxiliar administrativo ofertado a través de una bolsa de empleo del Ayuntamiento de Villacuesta. Lydia acude el primer día de trabajo, pero al segundo día no aparece; tampoco responde a las llamadas telefónicas que la responsable de su Departamento le hace constantemente para saber qué le ha pasado. Lydia, sencillamente, ha desaparecido sin más.

En estos casos, es la persona trabajadora quien hace el "ghosting laboral". Evidentemente, esto no la deja en muy buen lugar, porque indica falta de seriedad, compromiso y de responsabilidad cuando ni siquiera se ha empezado a trabajar, y ello puede tener consecuencias negativas de cara a una posterior contratación en el futuro.

Sin embargo, no por ello la empresa "seleccionadora" está libre de responsabilidad: en ocasiones, buena culpa se debe a la falta de transparencia en el proceso de selección, una deficitaria comunicación entre empresa reclutadora y aspirantes a la plaza o incluso el hacerles un "ghosting" a los propios candidatos tras haber sido ella la que ha realizado la oferta de que necesita cubrir una serie de plazas de trabajo. Veámoslo también con un par de ejemplos:

- El técnico de RRHH de la empresa reclutadora "We Find A Work For Your Job" tiene el encargo de buscar el trabajador más idóneo para una plaza de médico especialista en pediatría para el Hospital de los Calores. Tras publicar la oferta, se inscriben 17 aspirantes, que deberán superar 3 fases: méritos alegados, examen práctico y entrevista. Se establece fecha y lugar para las mismas. Sin embargo, un día antes de la primera fase, el reclutador decide cancelar todo y dejarlo únicamente en una entrevista y en una fecha/lugar diferentes, publicándolo solo en el portal web de We Find A Work For Your Job. De los candidatos, 13 no se enteran; 3 se dan cuenta pero deciden ya ni presentarse porque o no tiene margen de maniobra con el nuevo horario o porque les parece poco serio la forma de gestionar el proceso de selección; y tan solo 1, que vio de casualidad esta notificación y además el cambio de fecha/lugar no le perjudica, es el único que decide presentarse. Y el Hospital, ni se entera...

- Inés, que vive en Córdoba, se ha inscrito en una oferta pública que gestiona el Servicio Andaluz de Empleo (SAE). La oferta es para una plaza de funcionario interino A2 en Sevilla. Inés es una de las cinco personas preseleccionadas por el SAE, quienes llaman por teléfono para decirle que ha sido preseleccionada y que debe presentarse en la Consejería correspondiente, facilitándole fecha y hora para entregar la documentación necesaria. Inés llega, entrega la documentación y se vuelve a Córdoba... pero pasan semanas y no recibe ni siquiera una llamada telefónica para comunicarle al menos que no ha sido seleccionada.

Evidentemente, ni que decir tiene que este tipo de "ghosting" no deja en muy buen lugar a las personas responsables que gestionan los procesos selectivos o a las empresas ofertantes, ya que reflejan poca seriedad, escasa profesionalidad y una aún menor empatía.

Lo recomendable, tanto si eres empresa ofertante (o reclutadora-mediadora) como si eres persona aspirante a una plaza de empleo ofertada, es que exista comunicación entre las partes: tanto de la empresa/administración que hace la oferta hacia las personas candidatas que aspiran a esas plazas laborales, como de estas personas que solicitan participar en el proceso selectivo y la empresa/administración en la que aspira a trabajar. 

Los silencios, en estos casos, además de que pueda interpretarse como un desistimiento tácito, pueden proyectar una imagen negativa de la que después no será tan fácil desprenderse.