En la enseñanza hemos evolucionado hasta unos niveles insospechados (gracias, sobre todo, a la pedagogía y al e-learning); pero eso no implica que la aparición de nuevas metodologías didácticas deban usarse como una "moda pasajera" ni tampoco descartar sus predecesoras por creer que están "anticuadas".
Una cosa que detecto mucho en RRSS es la de perfiles de supuestos profesionales que venden mucho lo de ser "expertos en la metodología didáctica innovadora de turno": en concreto, en este 2019 destaca eso de vender lo de " Flipped Classroom" o Aula Invertida.
La pregunta es: ¿solo vale lo que está de moda? O mejor dicho, ¿hay que aplicar obligatoriamente la metodología que esté en boga en un momento determinado? Mi opinión es que es un error, al menos en la Formación No Reglada dirigida a adultos, donde el docente tiene más libertad: atendiendo a la DIVERSIDAD DE TU ALUMNADO y de otros factores (cohesión grupal, motivación, edad, tipo del contenido) se puede y además se debe ir alternando los diferentes Estilos Docentes al igual que las distintas Metodologías Didácticas. Se puede ser innovador, sí, pero ante todo se debe garantizar el aprendizaje de tal modo que sea el formador o docente quien se adapte a sus alumnos y las circunstancias que rodean las clases (recursos materiales, espacio, tiempo.. .) de forma que se pueda ir alternando las distintas metodologías y estilos aunque siempre nos decantemos más por algunas en concreto que por otras.
Recuerda que motivación y cohesión son dos piezas fundamentales. Y ya a partir de ahí, debes alternar tanto el estilo docente como la metodología didáctica, dependiendo de las circunstancias que rodeen al grupo de alumnos: no seas "prisionero" de una única metodología o estilo; adáptate a tu alumnado que en ese momento tengas delante y según el contenido; alterna de un estilo autoritario a un laissez-faire si es el momento, o de una metodología de la gamificación a la de una flipped classroom o a cualquier otro tipo (ABN, mindfulness, design thinking... ). Incluso un World Café, si es lo oportuno.
Por último, ten siempre presente que la diferencia que puede marcar que una metodología sea una simple moda pasajera o de que se quede definitivamente para ser útil para el aprendizaje es algo que depende de tí como docente o formador: no cometamos el fallo de que los alumnos se tengan que adaptar a una metodología que usamos en exclusiva porque es la que se ha puesto de moda; adaptemos esa metodología y las otras a los alumnos, y no al revés.
La pregunta es: ¿solo vale lo que está de moda? O mejor dicho, ¿hay que aplicar obligatoriamente la metodología que esté en boga en un momento determinado? Mi opinión es que es un error, al menos en la Formación No Reglada dirigida a adultos, donde el docente tiene más libertad: atendiendo a la DIVERSIDAD DE TU ALUMNADO y de otros factores (cohesión grupal, motivación, edad, tipo del contenido) se puede y además se debe ir alternando los diferentes Estilos Docentes al igual que las distintas Metodologías Didácticas. Se puede ser innovador, sí, pero ante todo se debe garantizar el aprendizaje de tal modo que sea el formador o docente quien se adapte a sus alumnos y las circunstancias que rodean las clases (recursos materiales, espacio, tiempo.. .) de forma que se pueda ir alternando las distintas metodologías y estilos aunque siempre nos decantemos más por algunas en concreto que por otras.
Recuerda que motivación y cohesión son dos piezas fundamentales. Y ya a partir de ahí, debes alternar tanto el estilo docente como la metodología didáctica, dependiendo de las circunstancias que rodeen al grupo de alumnos: no seas "prisionero" de una única metodología o estilo; adáptate a tu alumnado que en ese momento tengas delante y según el contenido; alterna de un estilo autoritario a un laissez-faire si es el momento, o de una metodología de la gamificación a la de una flipped classroom o a cualquier otro tipo (ABN, mindfulness, design thinking... ). Incluso un World Café, si es lo oportuno.
Por último, ten siempre presente que la diferencia que puede marcar que una metodología sea una simple moda pasajera o de que se quede definitivamente para ser útil para el aprendizaje es algo que depende de tí como docente o formador: no cometamos el fallo de que los alumnos se tengan que adaptar a una metodología que usamos en exclusiva porque es la que se ha puesto de moda; adaptemos esa metodología y las otras a los alumnos, y no al revés.